lunes, 25 de junio de 2012

IV MARCHA CICLOTURISTA CATLIKE 2012


Tuvimos la suerte de contar con la presencia de Alejandro Valverde en la marcha cicloturista catlike 2012, desde aquí le deseamos nuestros mejores deseos para este Tour de Francia 2012.

A continuación os cuento a título personal, un breve resumen sobre como se ha desarrollado mi reciente participación en la IV Marcha Cicloturista Catlike 2012.

Esta marcha cicloturista se viene celebrando ininterrumpidamente desde hace cuatro años en la Sierra del Segura gracias a la organización de la conocida empresa que fabrica, además de otros complemento para el ciclismo, los populares cascos Catlike.

La ruta, con una longitud de 145 km y un desnivel en subida de unos 2.500 metros, partía de la ciudad albaceteña de Riopar y se ascendía el puerto del Peralejo (2ª cat), el puerto de Boche (2ª cat), el puerto de la Borriqueta (1ª cat) y el puerto de Molinicos terminando en el Pardal (2ª cat). Además es de reseñar que al pasar por el puente de la Vicaría (cola del embalse de la Fuensanta), había que subir un alto que si bien no se reflejaba como puerto, si que es una subida que visto lo maduro que ya se va a estás alturas del recorrido, para las piernas parecen todo un puerto.

En la ruta me acompañaban mi buen hermano Antonio Toral, con más experiencia que yo en este tipo de historias y mi buen amigo José Manuel (Pana). Para estar lo más descansados posible el día de la ruta, nos fuimos para allá el día de antes y dormimos en el Hostal Los Bronces de Riopar, a cuyo propietario Alfonso tengo que agradecer la atención que nos mostró en todo momento, así como algunas de las fotos que os muestro. Cual fue la sorpresa cuando llegamos aquí que nos encontramos con Alejandro Valverde, al parecer no pensaba participar en los campeonatos de España de ciclismo que se celebraban ese fin de semana y se había decidido a participar en esta marcha cicloturista y así seguir preparando su próxima participación en el Tour de Francia, desde aquí le deseamos todo lo mejor en esa prueba.

Ya estamos en Riopar, ahora solo toca ir preparando el material.
 La tarde-noche fue un poco estresante, a las incertidumbres propias de lo que nos depararía el día siguiente se unía que por lo que parecía verse por allí el nivel deportivo de los participantes parecía que iba a ser bastante bueno lo que indudablemente endurecería el recorrido el máximo, de todas formas yo intentaba abstraerme de tales circunstancias, pues mi objetivo no era otro que medirme yo mismo con mi bici y la montaña, disfrutar del paisaje y del recorrido, no tener ningún accidente y terminar la ruta.

Tras una noche previa típica de los momentos previos a la participación en unos eventos de este tipo, al día siguiente solo quedaba ponernos el traje de faena, preparar nuestra montura y preparar la comida, esto último muy importante pues un desfallecimiento podía pagarse muy caro, sobretodo con el calor que haría en la parte final de la ruta. Así nos montamos en nuestras bicicletas, no sin antes inmortalizar el momento con una foto… y al toro.

De izquierda a derecha Ginés, Antonio y José Manuel momentos antes de tomar la salida.
 El día estaba fresco y húmedo, lo cual era de agradecer, pero al final el sol se dejaría caer implacablemente sobre nosotros, el comienzo de la ruta fue neutralizado hasta el alto del Peralejo, pero no por ello la subida fue menos dura, el ritmo de salida fue bastante fuerte, como suele ser normal en estas cosas, ya desde el inicio iba más fuerte de lo que yo había pensado pero no me podía descolgar yo solo, tenía que esperar que algún grupo con buena pinta se partiera y meterme allí, finalmente pasó y así algo más flojo, pero no mucho menos, llegamos al alto del Peralejo. 

Esto ya está a punto de empezar.
 Ahora tocaba el descenso hasta el río Tus pasando por Molinicos, el cortijo de la Juliana, etc. Ya no se sufría en subida, se sufría en la bajada, había que bajar rápido pero controlando y así no perder el grupo que tanto esfuerzo había costado coger, a pesar de esta concentración había tiempo para disfrutar del bonito paisaje por el que circulábamos, el valle de Tus, la mole montañosa por la que íbamos a subir el puerto de Boche, etc. 
José Manuel no tendría suerte con la mecánica de la bici pero demostraría que es todo un luchador, por algo es montañero.
Y así poco a poco nos fuimos acercando a nuestra segunda dificultad montañosa, el puerto de Boche, un puerto constante pero llevadero que a un ritmo alegre se pasó sin ninguna dificultad. En este punto cabe citar la avería sufrida por mi compañero Jose Manuel “Pana” que justo en el inicio del puerto rompió la cadena y me hizo pensar que le costaría la retirada, pero al final las ganas pudieron más que las sucesivas averías que le ocurrieron durante la ruta (bloqueo de cadena y reventón de rueda trasera), demostrando ser un batallador y llegando finalmente a meta en su maltrecha bici.
Paso por Yeste a punto de encarar la bajada que nos dejaría en los píes del puerto de la Borriqueta.
Una vez en Boche bajada vertiginosa a Yeste y de aquí al río Segura para encarar la subida del puerto más duro de Castilla La Mancha, el puerto de la Borriqueta de 1ª categoria, este tramo también fue un punto crítico de la ruta, la carretera de bajada al valle del río Segura estaba en obras y había que extremar la precaución, al final el estado del firme era mejor del que yo me esperaba y con un poco de precaución se paso la bajada sin problema. Así ya estábamos a píe del monstruo, del temible, del majestuoso… puerto de la Borriqueta, nos esperaban 11 km de subida en los que cabe destacar los primeros tres kilómetros y las últimas rampas de coronación del mismo, nada más comenzar la subida, la bicicleta parecía un imán pegado al asfalto que costaba trabajo despegar, el 39x27 se quedaba a todas luces pequeño y no quedaba más remedio que pedalear levantado, los ánimos de las personas que estaban en la ruta, los ánimos del resto de compañeros sufridores, hacía sacar fuerzas de donde no las había y poco a poco íbamos haciendo este hermoso puerto, disfrutando del paisaje, del entorno, del deporte, del sufrimiento pero de ese que en el argot deportista se dice que mola, íbamos ascendido poco a poco, con el calar del Mentiras en el fondo observando a estas hormiguillas luchadoras, hasta que por fin estábamos arriba, la borriqueta era nuestra, y algo de nosotros también se había quedado en la borriqueta, ahora tocaba alimentarse, hidratarse y para abajo, pero con cuidado.

Puerto de la Borriqueta, dureza y belleza, la combinación perfecta.

Subiendo La Borriqueta, que duro pero que bonito.
Ya a partir de este punto se nota que La Borriqueta se ha subido, el resto del trayecto hasta la meta prácticamente lo haría solo, en contados momentos me juntaba con algún otro cicloturista pero cuando la carretera estaba para arriba o para abajo, que era lo más normal, cada uno iba a su ritmo distanciándonos rápidamente. Así cruzamos la cola del embalse de la Fuenstana por el puente de la Vicaría, ascendimos el alto al que me refería al principio del texto y poco a poco nos fuimos acercando más y más al tramo por el que horas atrás habíamos pasado en sentido contrario, el tramo que en este caso en subida nos conduciría a Molinicos. Esta última dificultad montañosa es un puerto llevadero, con una pendiente constante pero suave que poco a poco nos va acercando a Molinicos, el calor en este punto se hace notar y esto también se nota en los pies que a veces parecían que iban a estallar, así se llega a este municipio, último punto de avituallamiento de la ruta. A partir de este punto quedaba un tramo desconocido para mí pero con gran atractivo, la subida al Pardal, si bien este tramo se hace ya duro debido a las horas que ya llevaba en la bicicleta, esta dureza queda compensada con creces con lo bonito del escenario que se recorre. Así sin darse uno cuenta, se llega a territorio conocido, la carretera que nos conducirá a Riopar, solo queda dejarse caer, soltar piernas y recuperar la musculatura, negociar los pequeños repechillos que ya por la ribera del río Mundo nos llevan a Riopar y que se nos clavan en el alma y así llegar a nuestra meta y dar por concluida esta hermosa experiencia que pasa ya a formar parte de la mochila de mi vida.

Antonio Toral en un pequeño grupo en las duras rampas de la Vicaría.
 Sin nada más, agradecer a Catlike, voluntarios, público de los municipios de paso, servicios sanitarios, Guardía Civil,… en definitiva todos los que han tenido que ver algo en esta marcha, la excelente atención prestada y la buena organización de la ruta. Y como no a mis compañeros Antonio Toral y José Manuel que con su presencia en este acontecimiento contribuyeron a que se convirtiera en algo especial que costará olvidar.

Objetivo conseguido.
FICHA TECNICA:
Distancia: 145 km.
Desnivel: 2.500 metros.
Tiempo (con paradas): 5h52min.

Perfil de la ruta


Planta de la ruta.

miércoles, 13 de junio de 2012

CARCHE-MOCHUELOS-REPETIDOR SANTA ANA

La ruta que a continuación os presento es una ruta en la que se combina la dureza, con la belleza, y la resistencia con el disfrute de unas zonas muy bonitas del término municipal de Jumilla.

La ruta sale como de costumbre desde el municipio de Jumilla y se dirige nada más salir a la carretera de la sierra del Carche, al poco tiempo de coger esta carretera se toma en un cruce a la derecha, para ya por caminos meternos en las faldas de esta sierra tan importante y entrañable para los jumillanos.

Una vez en la sierra del Carche hay que tomarse la subida con tranquilidad, la ruta es muy larga, así que es primordial buscar una velocidad de crucero que nos permita mantener buenas sensaciones en las piernas y dedicarnos a disfrutar de las vistas.

Un tramo de la subida a la sierra del Carche en el que se observa la pista serpenteante debajo de la imponente Capurulla.

 Así sin darnos cuenta llegamos al collado del Pozo de la Nieve ¡Primera dificultad montañosa superada! Ahora solo nos queda dejarnos caer en un descenso vertiginoso hasta las casas de la Curiosa. Llegado a estas casas giraremos a la derecha y una vez pasada las mismas a la izquierda para continuar con el descenso por un camino que discurre entre los “Lomazos” y que nos llevará a la carretera de Pinoso-Jumilla.

Se cruza la carretera de Pinoso-Jumilla y vamos buscando el camino que nos lleva a la pista asfaltada que nos conducirá al Alto de los Mochuelos. Esta modesta sierrecilla, nos dejará impresionados por su belleza, rodaremos por una sucesión de toboganes con buenas pistas y rodeados de un bonito paisaje que nos acompañará durante unos 13 km.

Así llegamos a la zona menos atractiva y más antropizada de la ruta, la zona de Román y el Aljunzarejo. Lo mejor de este tramo es que en Román podemos reponer fuerzas en el bar que hay en la estación de servicio o en su defecto, si éste está cerrado, en la tienda de la estación de servicio.

Una vez alimentados, hidratados y rellenados los bidones, toca afrontar la vuelta a Jumilla con el temible repetidor de Santa Ana para terminar la ruta. En un principio transitamos por una pista asfaltada que da acceso a las diferentes explotaciones agrícolas intensivas de la zona, así llegamos al Hornillo. Una vez dejamos el asfalto, nos volvemos a introducir entre las sierras, en la umbría de la Sierra de Sopalmo. La subida sin ser exigente, por lo menos hasta que lleguemos a la zona de las Carihuelas, se hace larga por los kilómetros que llevamos ya en las piernas y el calor que suele hacer en esta zona (esto último depende de la época en la que se haga la ruta), estas sensaciones son sobradamente compensadas por el bonito entorno que nos rodea.
 
Umbría de la Sierra de Sopalmo. El Hornillo.

Ya estamos en el collado de las Carihuelas, recargamos energías, vamos a necesitar tener los depósitos llenos para afrontar la dura subida que se nos avecina, y disfrutamos por breves momentos de las vistas que tenemos alrededor, la Sierra Larga, El Hornillo (por donde hemos subido), la Sierra de Sopalmo, etc. Pasados estos momentos de relax nos lanzamos hacia la Herrada del Toyo, haciendo antes un breve desvío para medirnos con las rampas que presenta la “Z” que nos sube al techo de la sierra de Santa Ana. Ya en estas rampas, solo nos queda dar todo lo que nos queda dentro, con nuestro sudor vamos impregnando la subida, vamos madurando como fruta que pende del árbol y así vamos experimentando una vinculación especial con esta sierra. Sin darnos cuenta hemos llegado a su cima, podemos divisar todo el recorrido realizado, recorrido en el que hemos ido dejando parte de nosotros mismos y que por tanto hemos hecho un poco más nuestro. Ahora solo queda dejarnos caer a Jumilla.


Descenso del repetidor de Santa Ana.

Aclaración: Otra opción para realizar esta ruta es en vez de subir al collado del Pozo de la Nieve de la Sierra del Carche, subir al refugio de la Umbría de la Rosa y circunvalar la Sierra del Carche, y en vez de ascender al repetidor de Santa Ana, ascender al collado de la Buitrera de esta sierra. De esta manera ahorraremos en torno a 1 hora, unos 400 metros de desnivel y unos 10 kilómetros. Este es el track de este trazado alternativo. 

DATOS TÉCNICOS:
Distancia: 85 km
Desnivel +/-: 1.630 m
Tiempo activo: 4h45min

Planta de la ruta.




Perfil de la ruta.


martes, 5 de junio de 2012

INTEGRAL DE LA SIERRA DE LA PILA. Por Puerto Frío y el Caramucel.

Esta ruta ya la llevaba rondando por mi cabeza bastante tiempo. Es aproximadamente el resultado de la unión de dos rutas independientes que había realizado tiempo atrás en el Parque Regional de la Sierra de la Pila. Una de las rutas transitaba por la zona del Caramuel y el Prisco y la otra por La Garapacha, Los Cenajos, Puerto Frío, etc. El resultado de la unión, la ruta que a continuación os muestro.

Dejamos el coche en Casablanca, punto inicio y final de nuestra ruta. Tras transitar durante un breve espacio de tiempo por la carretera de La Zarza, giramos a la derecha y comenzamos a introducirnos en la Sierra de la Pila por un camino paralelo al barranco de Valcárcel, poco a poco vamos subiendo por una pista forestal que constantemente tira para arriba hasta que en un momento dado ésta gira a la izquierda en dirección al refugio de Pico Pelado, y nos da un pequeño descanso. Este refugio constituye un elemento llamativo de la ruta debido a su ubicación majestuosa en la cima de una pequeña elevación montañosa.


Refugio de Pico Pelado.

Una vez pasado el refugio de Pico Pelado, llegamos a dos cruces en los que cogemos siempre dirección al Mojón de las 4 Caras, transitamos para ello por la pista forestal de la umbría del Cerro del Boticario, una vez llegamos al Mojón de las 4 Caras, ya solo nos queda dejarnos caer en un descenso maravilloso a La Garapacha, no sin antes disfrutar de las vistas hacía El Almorchón y la Sierra del Águila, relieves situados en la solana de este Parque Regional. 

Almorchón y Sierra del Águila.
 Desde La Garapacha se coge la carretera de Fortuna en dirección a Fuente Blanca, una vez pasada esta pedanía, al final de una subida cogemos a mano izquierda la carretera asfaltada que nos conduce a Puerto Frío. En esta subida podremos disfrutar de las hermosas vistas que nos deja la solana de la cumbre de la Sierra de la Pila con la conocida “bola” (radar meteorológico), incluso escucharemos el agua correr desde la fuente de la Vereda y así finalmente llegaremos a Puerto Frío, donde existe un refugio con este mismo nombre.


Subiendo a Puerto Frio con la cumbre de la Sierra de la Pila al fondo.
Ya en Puerto Frío, ahora toca dar un giro de 180º y desandar lo andado, circularemos por la umbría de la zona más alta de la Sierra de la Pila, pasaremos por el Refugio Cabezo de Turra, la fuente Mina del Engarbo, donde podremos repostar agua (aunque pone agua no potable) y poco más adelante llegaremos al cruce de la carretera que se dirige a la cumbre de la Sierra de la Pila y a Los Cenajos. En esta ruta no se ha incorporado la ascensión a la cumbre de la sierra, no obstante aquellos que estén dispuestos a hacerla deberán sumar unos 400 metros al desnivel positivo de la ruta, si solo se sube a la popular “bola” y unos 480 metros si también se sube a Los Cenajos, disfrutaran de unas pendientes escalofriantes que pondrán a prueba nuestras piernas, en la subida también podrán disfrutar de los pozos de la nieve, antigua construcción destinada a la acumulación de nieve para disponer de hielo en épocas poco propicias.

Refugio de Puerto Frio.
Hallamos subido o no a la cumbre de la Sierra de la Pila, ahora nos dirigimos otra vez al Mojón de las 4 Caras, a partir de este punto el recorrido será coincidente con el que hicimos un poco antes, transitaremos igualmente por la umbría de del Cerrico del Boticario pero en el primer cruce que nos encontremos giraremos a la izquierda para remontar la pista forestal que nos conducirá a la umbría del Caramucel, cumbre de la parte occidental de esta sierra. Este tramo de la ruta es una sucesión de entradas y salidas a los barrancos que en dirección norte se dirigen al exterior de la sierra. Poco antes de iniciar el descenso se llega al mirador del Collado de las Yeguas, donde a izquierda divisamos la Peña Parda y a la derecha los campos cultivados de la Hoya del Campo.

Peña Parda desde el mirador del Collado de las Yeguas.

Ya solo nos queda un descenso vertiginoso para dejar atrás tantos kilómetros por está sierra tan entrañable, no sin antes hacer una parada obligada para disfrutar de las maravillosas vistas que nos ofrecen los barrancos del Sordo y el Buitre, con sus relieves, su pinada y a lo lejos divisándose la zonas de mayor altura de esta sierra que momentos atrás las teníamos muy cerca pero que a estas alturas se han quedado muy lejos de nosotros. Una vez hemos salido de la sierra cogemos a la izquierda un camino asfaltado que por la zona conocida como la Capellanía nos lleva a nuestro punto de salida la Casablanca.


Barrancos del Sordo y el Buitre.


Para finalizar, dar las agracias a mis compañeros Pana, José Javier y Oscar, por aguantar mis paradas para las fotos de rigor y por acompañarme durante esta bonita mañana.


DATOS TECNICOS:
Distancia: 61,5 km.
Desnivel +/-: 1.180 metros.
Tiempo (sin paradas): 03h30min.




La ruta en wikiloc.
                      

Perfil de la ruta.