domingo, 15 de mayo de 2011

Las orquídeas. Ingeniería botánica.

Llegó el momento de escribir algo sobre estas fascinantes plantas, las orquídeas. Como todos sabéis, las plantas para su polinización, en un gran número de casos, necesitan de los insectos para su polinización, se dice que son “entomófilas”.

Cephalanthera longifolia
Sierra del Segura

La forma de atraer a los insectos es básicamente por el olor y los colores de las flores, pero sobretodo por la recompensa que estos se llevan cuando se van cargados de néctar.

Ophrys fusca
Sierra de Santa Ana - Jumilla


Producir el néctar por las plantas supone un gran esfuerzo energético para la misma y aquí es donde entran en juego las orquídeas. Estás han evolucionado de manera que lo que hacen es engañar a los insectos, no los recompensan con néctar y así se ahorran ese esfuerzo, los atraen con poderosos señuelos visuales, táctiles, olfativos o incluso sexuales, pero después el insecto no tiene ninguna recompensa.

Ophrys fusca
Sierra de Santa Ana - Jumilla

Esta atracción suele ser mucho más específica que en el resto plantas, es decir, se aseguran una especie polinizadora determinada, para ello utilizan señuelos muy específicos, con una determinada olor, un determinado diseño, etc.

Ophrys tenthredinifer
Sierra de Santa Ana - Jumilla


Por ejemplo, en el caso de algunas de las fotos que os muestro, el labelo, que es el pétalo más grande, se asemeja a una abeja hembra que está con la cabeza metida entre los sépalos de una flor lo que hace que las abejas macho se sientan atraídas.


Ophrys scolopax
Sierra del Segura

Como os decía, todo resulta ser un engaño, como os podéis imaginar el insecto se va un poco enfadado y precisamente no se le ocurrirá entrar en otra flor que esté situada al lado, al final entrará en otra flor, una vez que se le halla pasado el enfado, pero seguramente más alejada. Esto es otra maravilla de la evolución, pues de esta manera la orquídea en cuestión se garantiza que la fecundación se realizará en flores alejadas a la inicial evitando la monogamía y obteniendo de esta manera semillas con mayor capacidad para desarrollarse de una manera eficaz.

Ophrys scolopax
Sierra del Segura

Pues eso, una maravilla de la evolución.

6 comentarios:

Laly bélula dijo...

Gracias de nuevo por la belleza de tus fotos y por los conocimientos. Muy curiosa la orquídea con forma de hembra de abeja. La naturaleza es tan sorprendente!

José Antonio Pastor González dijo...

Sí que son listas estas orquídeas, además de preciosas y efímeras. A mí no me dura ninguna de las que le compro a mi mujer en casa más de dos/tres meses :-)

Estupendo reportaje didáctico Ginés. ¿Cómo llevas los entrenamientos de bici?

estepablanca dijo...

Gracias bélula por tus comentarios, me alego de que te gusten las fotos y los comentarios. La verdad es que la naturaleza es sabía y como muy bien dices sorprendente.

estepablanca dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
estepablanca dijo...

Hoja José Antonio, la verdad es que sí que son muy listas las orquídeas, como la naturaleza en general, de la que nunca aprederemos toda la sabiduría que esconde. Como muy bien dices es sorprendente que cuando compras alguna planta le das todos los cuidados del mundo y dura un plis-plas y en el campo, ellas solas se mantienen en hermosas y nacen en los sitios más insospechados. Curioso.
La bici, en ello estoy, preparándome para lo que se avecina, ya te contaré las novedades. Un saludo.

Antonio Martínez Tomás dijo...

Muy interesante esta entrada, la naturaleza nunca dejara de sorprendernos, excelentes fotos, Un saludo Ginés