El pasado sábado 21 de mayo de 2011, José Manuel (Pana) y yo nos dispusimos a realizar una ruta en bicicleta de montaña que ya llevaba rondando bastante tiempo por nuestras cabezas, la sierra de Ricote, en el corazón de la Región de Murcia.
Esta sierra ya es una vieja conocida nuestra, la hemos visitado en numerosas ocasiones pero siempre para hacer rutas a pié por sitios tales como la senda de “Los Cuernos”, el barranco del pozo, la senda de los Moriscos, etc, pero nunca la hemos visitado para realizar una ruta en la bicicleta y la vedad es que teníamos muchas ganas.
La ruta la comenzamos en Yéchar, pedanía de Mula, desde aquí nos dirigimos al collado Blanco a 540 metros de altitud, desnivelando unos 250 metros y pasando por las casas de Patruena y la casa forestal de La Venancia. En este primer tramo las sensaciones son bastante buenas, acabamos de empezar y no se puede esperar lo contrario, con un ritmo cómodo llegamos al collado sin ninguna dificultad que reseñar salvo algún tramo de camino muy pedregoso al principio y una rampa hormigonada de elevada pendiente que nos va sirviendo de anticipo de lo que nos encontraríamos más adelante.
Una vez pasado el collado Blanco nos dirigimos a la Casa Forestal de La Calera por una bajada con unas muy bonitas vistas a la umbría del Cajal y a las cárcavas originadas en el fondo de los barrancos. Cabe resaltar la belleza de estas vistas en las que parece mezclarse la aridez del territorio en el que nos encontramos con la exuberante vegetación que esconde la umbría de esta sierra.
A partir de la casa forestal de La Calera la cosa cambia y ya se inicia una subida continua hasta la cumbre de la Sierra de Ricote, Los Almeces de 1.123 metros. La subida la podríamos dividir en dos tramos, el primero de unos 6,5 kilómetros hasta el collado de Linuesa en el que se desnivelan unos 450 metros y el segundo desde este punto hasta la cima en el que se desnivelan unos 260 metros en solo 2,5 kilómetros.
El primer tramo lo subimos sin ninguna dificultad, José Manuel y yo nos entendemos con el ritmo y la subida se hace cómoda por lo que podemos aprovechar para disfrutar de las bonitas vistas que nos depara la umbría de esta sierra, el Saltador de Marin, la espectacular Peña Llosca, la Peña Lisa…
Una vez en el collado Linuesa, iniciamos un duro ascenso en el que mi “compi” parece distanciarse un poco, yo sigo a lo mío, 2,5 kilómetros con las pendientes a las que nos enfrentamos se pueden hacer muy largos.
Una vez en la cima nos disponemos a tomar algo rápido, en la sombra hace un poquillo de fresco. La verdad es que la cima no es muy bonita, está plagada de antenas, echamos de menos poder almorzar en el vecino pico situado un poco más hacia el oeste, en plena cuerda, mucho más montañero, bonito y virgen.
Una vez hemos almorzado regresamos en una vertiginosa bajada al collado Linuesa donde reparamos un pinchazo y continuamos hacia el collado del Moro, a partir de este punto vamos a recorrer una zona de la sierra de Ricote totalmente desconocida para nosotros. El descenso es entretenido, transitamos por una zona muy tranquila y aparentemente poco transitado aunque nos encontramos a dos ciclistas, finalmente salimos de esta bonita sierra y llegamos al campo de Cagitan.
El campo de Cagitan nos recuerda bastante a Jumilla, es una planicie con cultivos de secano, almendros, cereales, incluso vid, poco antropizada, salpicada de casas de campo que por un momento nos hace creer que estamos en nuestra localidad.
Ya de camino a Yéchar llegamos a Fuente Caputa, manantial situado en la rambla de Perea. Este espacio natural es una zona húmeda que aguas abajo de la fuente configura una zona de gran valor ambiental y paisajístico, recomiendo su visita.
Una vez dejamos atrás Fuente Caputa, iniciamos una breve subida, aunque para las piernas no parece que sea muy breve, por carretera asfaltada, para a continuación, dejarnos caer en un descenso muy cómodo al punto de salida.
Ficha técnica:
Distancia: 54,5 km.
Desnivel positivo: 1.230 metros.
Tiempo activo: 03h16min.
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