El aladierno (Rhamnus alaternus) es un arbusto que podemos encontrar normalmente en las umbrías de las sierras jumillanas. Se caracteriza por su porte de pequeño arbolito y sus pequeñas flores que nacen de las axilas de las hojas y que disponen de cinco sépalos estrellados y carecen de pétalos.
En esta foto os muestro una imagen parcial de este arbusto que en este caso presenta un porte elegante con ramas largas y rectas aunque también puede presentar formas más retorcidas. Para su realización he puesto un fondo artificial que hiciera destacar el ejemplar fotografiado, asimismo he utilizado el flash para compensar las sombras que producía la dura luz del sol, de hecho, la foto fue realizada cerca del mediodía.
Las siguientes dos fotografías son similares, en ellas aparece la hoja junto a la flor masculina que nace de la axila de la misma. En este caso también utilicé el flash para compensar duras sombras aunque no utilicé ningún fondo artificial. Realicé las dos fotografías que os muestro modificando ligeramente la composición de la toma, a mi personalmente me gusta más la fotografía en la que aparece la hoja completa. ¿Y a vosotros cual os gusta más?
Aunque esta especie, como decía al principio, la podemos encontrar en las sierras jumillanas, el ejemplar fotografiado es un ejemplar de jardín, de hecho es una especie que se puede utilizar como ornamental por su belleza y facilidad para formar setos.
Las ventajas de la utilización de flora ornamental frente a otros tipos de plantas son numerosas, entre ellas podríamos citar las siguientes: bajo consumo de agua, menores cuidados al estar ya adaptadas al clima y al suelo en el que son plantadas, mayor resistencia a las inclemencias meteorológicas, a las enfermedades, etc. Además, de esta manera, evitamos la utilización de otras especies que podrían comportarse en la naturaleza como invasoras desplazando las especies autóctonas de las que disponemos.
Hasta la próxima entrada.
2 comentarios:
Menuda paliza con los tres miles. Admirable!
La flor del aladierno es otra maravilla de la naturaleza.
Y es preciosa la foto del durillo en flor con esa luna...
Un saludo, Ginés!
Gracias bélula, me alegro que te haya gustado todo. Lo de los tres miles es cuestión de ponerse, parece mucho, pero estando un poco acostumbrado al final se hace.
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