Fotografiando pingüinos
Península Valdés es una reserva faunística situada en la Patagonia. Llama la atención nada más aterrizar en el aeropuerto de Trelew los carteles que hacen referencia a los tesoros naturales que esta zona de Argentina atesora.
Estamos inmersos en la estepa patagónica. La vista se pierde en el horizonte y no es posible contemplar más que estepa, ecosistema caracterizado por la predominancia de arbustos.
La entrada a la reserva faunística se realiza por Puerto Pirámides, único núcleo habitado de la reserva. De camino a este pintoresco pueblo pasamos por el Istmo de Ameghino que es el “brazo” que une la Península con el continente sudamericano, a ambos lados tenemos, al norte el Golfo de San José y al sur el Golfo Nuevo.
El Golfo de San José y el Golfo Nuevo tienen las mareas cambiadas, cuando el Golfo de San José está con la marea baja, el Golfo Nuevo con la marea alta, por otro lado la temperatura de las aguas es diferentes en el Golfo Nuevo es más fría y en el Golfo de San José más caliente como consecuencia de las corrientes que les afectan lo que condiciona la fauna que se puede encontrar en cada uno. En su momento se estudió la unión a través del Istmo de estos dos Golfos para generar electricidad, afortunadamente tal proyecto fue desechado por lo impactante del mismo.
Nosotros hicimos el avistamiento de ballenas en el Golfo Nuevo. La llegada de las ballenas supone un acontecimiento de gran importancia en la zona. Tuvimos la suerte de verlas, contemplar como sacaban la cola, la cabeza, como respiraban o como un animal pasaba por debajo de la embarcación en la que íbamos a realizar el avistaje, solo nos faltó que saltara, pero a pesar de ello podemos decir que es una experiencia fantástica. Contribuyó a ello, como no, el guía que nos acompañó en la visita, un científico que lleva más de ocho años estudiando e identificando las ballenas por sus callosidades y que se notaba que su trabajo le encantaba.
Ballena Franca Austral
Pudimos comprobar como las gaviotas atacaban a las ballenas picándoles en la piel debido a la grasa que se acumula en la misma. Al parecer estos casos de agresiones a las ballenas van en aumento como consecuencia del incremento de la población de gaviotas, que a su vez es causada por el vertiginoso crecimiento de la cantidad de basura acumulada en los vertederos. Con este ejemplo queda patente la capacidad del ser humano de influir en el funcionamiento de un ecosistema de la manera más insospechada. Lo problemático de esto es que esta presión hacia las ballenas puede influir en que ellas elijan otros lugares como zonas de reproducción y dejen de venir a esta zona.
Elefantes Marinos
Península Valdés tendrá aproximadamente una distancia de unos 120 km entre los puntos más alejados, en su interior los desplazamientos se realizan por caminos (sin asfaltar) para de esta manera producir el menor impacto posible. En el desplazamiento es posible ver Maras (liebres patagónicas), Choiques, Guanacos y ovejas patagónicas.
Choique
En la zona existen estancias que son explotaciones ganaderas dedicadas a la crianza de ovejas y actualmente también al turismo. Estas explotaciones son muy extensas y tienen una oveja por cada cuatro hectáreas para asegurarse que hayan pastos suficientes para las mismas. Esta crianza de las ovejas de la manera más natural hace que la carne de cordero patagónico sea muy apreciada, os puedo asegurar que es así.
Pingüino de Magallanes
Otra fauna que se puede observar en la Península son los Leones Marinos, Elefantes Marinos y como no los Pingüinos de Magallanes. Nosotros vimos los pingüinos en la estancia de San Lorenzo, resulta curioso verlos tomar el sol, como se desplazan con su típico paso y lo más sorprendente de todo como ignoran al ser humano.
Pingüino de Magallanes
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