lunes, 30 de mayo de 2011

Actos Día Mundial del Medio Ambiente 2011.

Con motivo de la de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, la Asociación Naturalista de Jumilla STIPA ha organizado los dos siguientes actos:

Viernes 3 de junio de 2011, en el aula CAM de Jumilla a las 20:00h.:

Conferencia: “Conservación ex – situ del Quebrantahuesos en Andalucía.”

A cargo de D. Francisco Rodríguez Peinado, biólogo y coordinador técnico del centro de cría del Quebrantahuesos de Cazorla (Jaén). Perteneciente a la fundación Gypaetus.

Lunes 6 de junio de 2011, en el aula CAM de Jumilla a las 20:00h.:

En colaboración con el cineclub “Interiores” de Jumilla, proyección de la película:

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Película dirigida por Yann Arthus-Bertrand en la que con sus imágenes inéditas de más de 50 países vistos desde el cielo, comparte con nosotros su capacidad de asombro y también sus preocupaciones, colocando de esta manera una piedra en el edificio que tenemos que reconstruir, todos juntos.

lunes, 23 de mayo de 2011

Sierra de Ricote - Fuente Caputa

El pasado sábado 21 de mayo de 2011, José Manuel (Pana) y yo nos dispusimos a realizar una ruta en bicicleta de montaña que ya llevaba rondando bastante tiempo por nuestras cabezas, la sierra de Ricote, en el corazón de la Región de Murcia.

Esta sierra ya es una vieja conocida nuestra, la hemos visitado en numerosas ocasiones pero siempre para hacer rutas a pié por sitios tales como la senda de “Los Cuernos”, el barranco del pozo, la senda de los Moriscos, etc, pero nunca la hemos visitado para realizar una ruta en la bicicleta y la vedad es que teníamos muchas ganas.

La ruta la comenzamos en Yéchar, pedanía de Mula, desde aquí nos dirigimos al collado Blanco a 540 metros de altitud, desnivelando unos 250 metros y pasando por las casas de Patruena y la casa forestal de La Venancia. En este primer tramo las sensaciones son bastante buenas, acabamos de empezar y no se puede esperar lo contrario, con un ritmo cómodo llegamos al collado sin ninguna dificultad que reseñar salvo algún tramo de camino muy pedregoso al principio y una rampa hormigonada de elevada pendiente que nos va sirviendo de anticipo de lo que nos encontraríamos más adelante.

Una vez pasado el collado Blanco nos dirigimos a la Casa Forestal de La Calera por una bajada con unas muy bonitas vistas a la umbría del Cajal y a las cárcavas originadas en el fondo de los barrancos. Cabe resaltar la belleza de estas vistas en las que parece mezclarse la aridez del territorio en el que nos encontramos con la exuberante vegetación que esconde la umbría de esta sierra.

A partir de la casa forestal de La Calera la cosa cambia y ya se inicia una subida continua hasta la cumbre de la Sierra de Ricote, Los Almeces de 1.123 metros. La subida la podríamos dividir en dos tramos, el primero de unos 6,5 kilómetros hasta el collado de Linuesa en el que se desnivelan unos 450 metros y el segundo desde este punto hasta la cima en el que se desnivelan unos 260 metros en solo 2,5 kilómetros.

El primer tramo lo subimos sin ninguna dificultad, José Manuel y yo nos entendemos con el ritmo y la subida se hace cómoda por lo que podemos aprovechar para disfrutar de las bonitas vistas que nos depara la umbría de esta sierra, el Saltador de Marin, la espectacular Peña Llosca, la Peña Lisa…

Una vez en el collado Linuesa, iniciamos un duro ascenso en el que mi “compi” parece distanciarse un poco, yo sigo a lo mío, 2,5 kilómetros con las pendientes a las que nos enfrentamos se pueden hacer muy largos.

Una vez en la cima nos disponemos a tomar algo rápido, en la sombra hace un poquillo de fresco. La verdad es que la cima no es muy bonita, está plagada de antenas, echamos de menos poder almorzar en el vecino pico situado un poco más hacia el oeste, en plena cuerda, mucho más montañero, bonito y virgen.

Pico de Los Almeces (sin antenas)

Una vez hemos almorzado regresamos en una vertiginosa bajada al collado Linuesa donde reparamos un pinchazo y continuamos hacia el collado del Moro, a partir de este punto vamos a recorrer una zona de la sierra de Ricote totalmente desconocida para nosotros. El descenso es entretenido, transitamos por una zona muy tranquila y aparentemente poco transitado aunque nos encontramos a dos ciclistas, finalmente salimos de esta bonita sierra y llegamos al campo de Cagitan.

Estribaciones occidentales de la sierra con el Campo de Cagitan al fondo.

El campo de Cagitan nos recuerda bastante a Jumilla, es una planicie con cultivos de secano, almendros, cereales, incluso vid, poco antropizada, salpicada de casas de campo que por un momento nos hace creer que estamos en nuestra localidad.

Rambla de Perea.

Ya de camino a Yéchar llegamos a Fuente Caputa, manantial situado en la rambla de Perea. Este espacio natural es una zona húmeda que aguas abajo de la fuente configura una zona de gran valor ambiental y paisajístico, recomiendo su visita.

Charca en rambla de Perea con canal del Taibilla al fondo.

Una vez dejamos atrás Fuente Caputa, iniciamos una breve subida, aunque para las piernas no parece que sea muy breve, por carretera asfaltada, para a continuación, dejarnos caer en un descenso muy cómodo al punto de salida.

Ficha técnica:

Distancia: 54,5 km.
Desnivel positivo: 1.230 metros.
Tiempo activo: 03h16min.



Mapa ruta.

Perfil ruta.

domingo, 15 de mayo de 2011

Las orquídeas. Ingeniería botánica.

Llegó el momento de escribir algo sobre estas fascinantes plantas, las orquídeas. Como todos sabéis, las plantas para su polinización, en un gran número de casos, necesitan de los insectos para su polinización, se dice que son “entomófilas”.

Cephalanthera longifolia
Sierra del Segura

La forma de atraer a los insectos es básicamente por el olor y los colores de las flores, pero sobretodo por la recompensa que estos se llevan cuando se van cargados de néctar.

Ophrys fusca
Sierra de Santa Ana - Jumilla


Producir el néctar por las plantas supone un gran esfuerzo energético para la misma y aquí es donde entran en juego las orquídeas. Estás han evolucionado de manera que lo que hacen es engañar a los insectos, no los recompensan con néctar y así se ahorran ese esfuerzo, los atraen con poderosos señuelos visuales, táctiles, olfativos o incluso sexuales, pero después el insecto no tiene ninguna recompensa.

Ophrys fusca
Sierra de Santa Ana - Jumilla

Esta atracción suele ser mucho más específica que en el resto plantas, es decir, se aseguran una especie polinizadora determinada, para ello utilizan señuelos muy específicos, con una determinada olor, un determinado diseño, etc.

Ophrys tenthredinifer
Sierra de Santa Ana - Jumilla


Por ejemplo, en el caso de algunas de las fotos que os muestro, el labelo, que es el pétalo más grande, se asemeja a una abeja hembra que está con la cabeza metida entre los sépalos de una flor lo que hace que las abejas macho se sientan atraídas.


Ophrys scolopax
Sierra del Segura

Como os decía, todo resulta ser un engaño, como os podéis imaginar el insecto se va un poco enfadado y precisamente no se le ocurrirá entrar en otra flor que esté situada al lado, al final entrará en otra flor, una vez que se le halla pasado el enfado, pero seguramente más alejada. Esto es otra maravilla de la evolución, pues de esta manera la orquídea en cuestión se garantiza que la fecundación se realizará en flores alejadas a la inicial evitando la monogamía y obteniendo de esta manera semillas con mayor capacidad para desarrollarse de una manera eficaz.

Ophrys scolopax
Sierra del Segura

Pues eso, una maravilla de la evolución.