Hace ya casi 10 años y
parece que fue ayer. Todavía tengo muy buen recuerdo de la ruta
realizada en septiembre de 2004 en la que nos planteamos subir en
bicicleta de montaña desde los 0 metros sobre el nivel del mar hasta
el techo de la Península Ibérica, el Mulhacen con 3.482 metros. Por
eso tenía que hacer una entrada en mi blog dedicándosela a esta
bonita aventura ciclista en la que disfrutamos a lo grande.
En principio la ruta se
planificó que saldría de la playa de Motril para llegar al Refugio
de Poqueira a 2.500 metros en el primer día. En el segundo día
tocaría subir al Mulhacen (3.482 metros) y volver en un descenso
vertiginoso a la playa de Motril. Los buenos horarios que fuimos
marcando durante la subida nos hicieron plantearnos subir en el mismo
día a la cumbre del Mulhacen. El reto era espectacular, en un día
desde los 0 metros a los 3.482 metros ¿Lo conseguiríamos?
El inicio de la ruta
transcurrió por carretera, en un principio por la transitada N-323
que une Motril con Granada para después tomar la A-346 dirección
Órgiva. A partir de este punto nos enfrentaríamos con los primeros
desniveles serios, todavía por carretera pero disfrutando de una
Alpujarra espectacular, pasamos por Pampaneira, Bubión y Capileira.
A partir de Capileira
dejamos la carretera y comenzamos a transitar por una pista de
tierra, los desniveles se hacen más acusados, la cosa se iba
poniendo cada vez más dura, finalmente llegaríamos a la Hoya del
Portillo, si no recuerdo mal alrededor del mediodía, el buen horario
marcado en este punto fue lo que nos empujó a intentar ascender en
un mismo día al techo de la Península.
En este punto nuestro
equipo de apoyo se fue a pié al Refugio de Poqueira llevando parte
de nuestro equipaje, desde aquí un reconocimiento especial a esta
parte integrante de la expedición sin la cual el objetivo habría
sido más difícil. Nosotros nos separamos de ellos y cogimos el
material que consideramos que íbamos a necesitar en lo que quedaba
de ruta.
La Hoya del Portillo se
encuentra situada a unos 2.150 metros de altitud, a esta altura ya se
empieza a notar los efectos de la altitud, poco a poco los kilómetros
fueron pasando y fuimos ganando altitud, los horarios seguían
estando de nuestro lado y el objetivo cada vez se mostraba más
cercano pero en el Alto del Chorrillo (2.705 metros), cruce con la
pista que baja al Refugio del Poqueira y de la senda que se dirige a
la cumbre del Mulhacen, el cansancio ya se dejaba notar, los
kilómetros se hacían de rogar y los metros de altitud pesaban ya en
las piernas.
La subida desde este
punto hasta la cumbre fue una lucha contra nosotros mismos, el grupo
iba disperso, cada cual perdido en sus pensamientos y meditaciones,
con momentos de optimismo y momentos de pesimismo, pero haciendo
camino y así finalmente llegamos al objetivo. ¡Prueba superada! El
sol avanzaba velozmente en su carrera hacia el horizonte por lo que
no nos podíamos demorar mucho, las típicas fotos de rigor, la
euforia del objetivo conseguido y a montarse otra vez en nuestras
bicicletas emprendiendo un descenso con mucha precaución para llegar
con las últimas luces al Refugio de Poqueira.
La cena en el refugio no
pudo se más gratificante, en compañía de nuestro equipo de apoyo,
con el objetivo conseguido, solo quedaba relajarse y disfrutar del
momento. Al día siguiente solo nos quedaba dejarnos caer desde los
2.500 metros del Refugio de Poqueira a la playa de Motril.
Desde aquí un recuerdo
emocionado a los integrantes de aquella maravillosa aventura, en
especial al equipo de apoyo que tan bien nos trató durante ese día.
P.D.: No puedo poner
tiempos, ni distancias, ni desniveles, los he perdido.