El pasado 22 de enero de 2011 salí otra vez al campo con la intención de fotografiar la sierra de la Pedrera y sus inmediaciones antes de que construyan el ya aprobado parque eólico. Decidí salir por la mañana, bien temprano, para intentar aprovechar las mágicas luces del amanecer. El tiempo era frío, de hecho estábamos en alerta por bajas temperaturas, durante el trayecto que hice en coche, éste llegó a marcar una temperatura mínima de -8,5ºC. Cuando bajé del coche se notaba el frío intenso, me abrigué y me dispuse a subir a la cumbre de la sierra de la Caballera, punto desde el que esperaba poder contemplar a la sierra de la Pedrera bañada las luces del amanecer.
Panorámica de la sierra de la Pedrera al amanecer.Conforme iba subiendo a la sierra iba entrando en calor, incluso a pesar de las bajas temperaturas reinantes, como consecuencia del peso que llevaba y la velocidad a la que subí, llegué a sudar un poco. Una vez que llegué a la cima de esta pequeña sierra me volví a abrigar y me dispuse a preparar todo el tinglado, el sol avanzaba imparable y había que aprovecharlo al máximo.
Sierra de la Pedrera al amanecer.La luna estaba un poco alta pero a pesar de ello estaba situada en una posición estratégica para poder incluirla en el encuadre de la fotografía, el cielo del lado opuesto a la salida del sol iba adquiriendo un color rojizo-anaranjado mágico, estos colores cálidos hacían que pareciera que el frío ambiente de esa mañana estaba desapareciendo, pero no era así, os puedo asegurar que todavía hacía mucho frío.
Sierra de la Caballera en primer plano, al fondo a la derecha la sierra de la Hermana de Jumillay a la izquierda la sierra de las Cabras.
Una vez que las luces mágicas del amanecer perdieron su esplendor se pasó a una luz lateral atractiva junto con una atmósfera excepcionalmente limpia por lo que realice alguna que otra fotografía más y dí por terminada esta apasionante mañana fotográfica.
Sierra de la Pedrera con el camino de la Piedad en el centro.